EDUCACIÓN

Por - CNEC
14-11-19 22:51

El largo camino hacia una verdadera reforma educativa en México

Karen Mayumi López Santillán. Profesora en la Universidad Anáhuac México. Consultora y analista político, maestra en Gobierno y Políticas Públicas por la Universidad Panamericana y politóloga por la Universidad Autónoma Metropolitana. Ha realizado estancias de investigación en las universidades de Nueva York, Nueva Jersey y Princeton.

 

Pero considerando la inestabilidad de las cosas humanas, atendiendo el espíritu inquieto y mal contentadizo de este siglo, que a cada generación todo lo trastorna, ¿puede imaginarse método más desatinado que el de educar a un niño como si nunca hubiese de salir de su habitación y hubiera de vivir siempre rodeado de su gente?

Jean Jacques Rousseau. Emilio o De la educación.

 

México, un país lleno de contrastes, se encuentra desde algunos sexenios librando una batalla que repercute abiertamente el desempeño social y cultural de nuestra nación, la cual se concentra en el campo de la educación pública. En esencia, sus frentes son, por un lado el clientelismo político-electoral (que siempre ha poseído un lugar dentro de nuestro sistema político), y en una esquina, doblegada y casi sin aliento, la educación.

Esperando que durante la aprobación de la Ley general que lleva su nombre, tomen en cuenta su participación en la formación de los futuros ciudadanos de un país que cada día se torna más complejo y que su avance seguirá siendo marginal si la educación no gana la batalla.

Más allá de los temas de clientelismo político, sindicalista y de conveniencia político-electoral en miras del 2021, la Ley general de educación centra en la discusión algunos puntos clave para comprender el sendero por donde circularán generaciones de ciudadanos, los cuales se formarán o terminarán su formación en el sistema educativo propuesto en la mencionada ley.

 

Cambios y propuestas

En primera instancia, el Instituto Nacional para la Evaluación Docente (INEE), que había sido reconocido como organismo público autónomo durante la reforma de 2013, cambiará para convertirse en el Centro Nacional para la Revalorización del Magisterio y la Mejora Continua de la Educación, y se encargará de evaluar al sistema y las autoridades educativas.

Por otra parte, la gratuidad de la enseñanza se ha extendido a todos niveles educativos hasta llegar al universitario, ligando a ello la creación de las 100 universidades anunciadas por el presidente. Asimismo, se presentó la modificación al Artículo 3º constitucional y se agregan los principios de excelencia, integridad y equidad; en los planes de estudio entran materias orientadas a civismo, arte, música y medio ambiente. En lo que concierne a los contenidos se propone una regionalización de la formación, impulsando la educación indígena, bilingüe y bicultural.

Es esencial realizar una reflexión con respecto a estos puntos clave para saber si son suficientes estas modificaciones a la ley para transitar a un sistema educativo de mejor calidad, o si se están obviando puntos fundamentales que no sólo dependen de una modificación, sino que provienen de problemas endémicos de nuestra sociedad y que únicamente se han diseñado políticas públicas paliativas para tratar estos problemas.

 

Cifras sobre el cumplimiento de objetivos y la escolaridad

La evaluación docente, más allá de un tema sindical de filias y fobias, es un instrumento fundamental para el desempeño de aquellos que se encuentran enseñando a niños, adolescentes y jóvenes las bases fundamentales del conocimiento; ante ello la reforma educativa no propone un método concreto por el cual serán evaluados, ni autoridades ni profesores.

Más allá de un tema punitivo, debe concentrarse en los puntos débiles de la enseñanza. De acuerdo con el Inegi, a través de su Módulo sobre Lectura (Molec 2018), sólo dos de cada 10 lectores comprende en su totalidad el contenido que leyó; en tanto seis de cada 10 dicen que comprendieron una gran parte, y solamente dos de cada 10 comprenden la mitad o muy poco de lo que leen.

Estas muestras estadísticas son escalofriantes, ya que uno de los principales objetivos de la educación básica es que el alumno aprenda a leer y a escribir, entendiendo “leer” como la acción misma de comprender.

La gratuidad de la educación en todos los niveles, llegando al universitario, es algo que se debe celebrar, pero ¿se legisla partiendo de la popularidad que esta modificación de ley pueda tener, o de la realidad en la que se encuentra la juventud en nuestro país?

Estadísticas de la OCDE muestran que sólo el 17 % de las personas entre 25 a 64 años de edad en México habíam cursado la educación superior (universidad) en el 2016. Esto es, 20 puntos porcentuales abajo del promedio de la OCDE (37 %), pero más alto que en algunos países socios, como Brasil (15 %), China (10 %), India (11 %), Indonesia (10 %) y Sudáfrica (12 %).

 

Ciencias, humanidades y población indígena

Se menciona también la inclusión de nuevas materias a los planes de estudio. Es importante señalar que estarán más orientadas a las humanidades, las cuales tendrían que abonar a la reconstrucción del tejido social. La revolución tecnológica ya comenzó en todo el mundo, e incluir materias en las que se fomente el conocimiento tecnológico daría un gran impulso al desarrollo económico y social.

De acuerdo con la OCDE, nuestro país tiene una de las mayores proporciones de estudiantes que ingresan a la educación superior en el campo de la ciencia. En el 2015, el 32 % de los alumnos de nuevo ingreso a universidad eligieron áreas relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, cinco puntos porcentuales más que el promedio de dicho organismo, lo cual nos sitúa entre los seis primeros países con respecto a estudiantes que eligen carreras en el campo de las ciencias.

Dejar a la deriva en la educación un tema tan relevante como la tecnología, es abandonar a los egresados de universidades a desempeñarse como maquiladores digitales de las grandes empresas, y no como desarrolladores e innovadores en estas nuevas áreas del conocimiento.

Por lo que hace a la educación regionalizada con énfasis en los sectores indígenas del país, así como bilingüe y bicultural, nos encontramos con una realidad muy difícil de enfrentar. Del informe Desigualdades en México 2018, se obtiene que: si un joven pertenece a una familia de bajos recursos, habla una lengua indígena y asiste a una escuela rural, tiene bajas posibilidades de acceso a la secundaria, menores de concluir el medio superior y de no obtener aprendizaje de calidad.

A su vez, un joven que no habla lengua indígena tiene entre 600 y 700 % más probabilidades de obtener buenos aprendizajes que quien habla la lengua originaria. Es importante señalar las condiciones de desigualdad a las que se enfrentan las zonas rurales, con alta marginación y con presencia de grupos indígenas, la educación es un bastión fundamental para escalar económicamente.

Finalmente, es necesario e imprescindible el impacto de una mejora educativa en la sociedad. Hoy en día los mexicanos leemos en promedio 3.8 libros al año por persona, según el Inegi. Los motivos por los cuales se lee son: 1. Entretenimiento (38 %), 2. Requerimientos escolares (26 %), 3. Bienestar o salud (23 %), y solamente dos de cada 10 lee por cultura general. Estas cifras nos muestran lo mucho que tenemos por delante en materia educativa.

 

En conclusión

El quehacer por la educación no debe concentrase en una disputa política de grupos que buscan un beneficio sectorial o personal: se trata de uno de los pilares estructurales de cualquier nación. En las condiciones actuales en las que se encuentra nuestro país es relevante fomentar en las nuevas generaciones valores que reconstruyan el tejido social, con empatía hacia sus semejantes y ser el impulso para las nuevas áreas del conocimiento. Que la importancia de la Ley general de educación sea el alumno y no el político.


CNEC





SOLICITAR INFORMACIÓN
Nombre*
Apellidos*
Empresa*
Correo electrónico*
Teléfono
Sector
Comentarios