Centros de reclusión en la CDMX. Un acercamiento estadístico
Ricardo Ham. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, cursó la maestría en Educación, además de una maestría y un doctorado en Estudios de la Ciudad. Es autor de media docena de libros y varios artículos sobre temas de violencia y medios de comunicación publicados en distintos diarios de circulación nacional. Se ha desempeñado como docente en universidades públicas y privadas, así como productor y editor de contenidos en distintos medios de comunicación del país.
El Gobierno de la Ciudad de México tiene bajo su resguardo la administración de un total de 14 centros de reclusión para adultos, once para varones y dos para mujeres, los cuales son: Reclusorio Preventivo Varonil Norte, Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, Reclusorio Preventivo Varonil Sur, Centro Varonil de Reinserción Social Santa Martha, Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial de la CDMX, Centro de Ejecución de Sanciones Penales Varonil Oriente, Centro Varonil de Reinserción Social, Módulo de Alta Seguridad, Institución Abierta “Casa de Medio Camino”, Centro Varonil de Seguridad Penitenciaria I y II, así como la Penitenciaría de la CDMX y el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha.
Tras una revisión de la Encuesta Nacional de Población Privada de su Libertad (Enpol) y de los propios datos del Gobierno de la capital, se pueden encontrar los siguientes datos.
Estadísticas de los centros
La Ciudad de México ocupa el primer lugar nacional en población privada de la libertad, seguida por el Estado de México, Jalisco y Baja California, mientras que Tlaxcala ocupa el último lugar con poco más de 700 personas en reclusión.
En los 14 centros, se encuentra una población de 25,481 habitantes, de los cuales 1,339 son mujeres, 5,266 son reos procesados y 20,323 sentenciados. El rango de edad con mayor incidencia tanto en hombres como en mujeres es entre los 30 y 39 años, con cerca de 10 mil internos dentro del intervalo. Se tiene un registro de 477 analfabetas presos y 38 posgraduados recluidos, en tanto que la mayoría de la población (48.86 %) tiene como grado máximo de estudios la educación secundaria.
El Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, ubicado en la alcaldía de Iztapalapa, es el que cuenta con mayor número de habitantes (8,425) y un exceso de 2,217 reos que sobrepasan el límite de dicho reclusorio. Le siguen los reclusorios Norte y Sur con 7,297 y 3,440 personas respectivamente; sólo tres entidades federativas tienen una población mayor a la del Reclusorio Oriente, que son el Estado de México, Jalisco y Baja California.
En la CDMX, 29.8 % de la población privada de la libertad compartió su celda con una y hasta cinco personas. Además, se estima que de 2010 a 2018 se redujo la población de 40,290 a 23,866.
En el caso de los hombres, el delito por el cual llega mayor cantidad de inculpados a los reclusorios es el de robo calificado: hay cerca de 10 mil reos que cumplen condena por dicho ilícito; en el caso de las mujeres, la privación ilegal de la libertad (secuestro), es la infracción por la que más de 300 de ellas están en prisión.
En lo que respecta al estado civil, la unión libre ocupa el primer sitio en los hombres y el matrimonio en mujeres; hay 770 adultos mayores recluidos, lo cual representa una cuarta parte de la población general; existen 504 personas con discapacidad y 553 internos padecen problemas psiquiátricos; 479 de los reclusos pertenecen a la población LGBT; y al menos 50 menores viven con sus padres dentro de los centros penitenciarios.
Averiguaciones previas 2010 - 2014
Periodo | CDMX |
2010 | 195,534 |
2011 | 185,476 |
2012 | 179,146 |
2013 | 176,816 |
2014 | 179,856 |
Delos 247 extranjeros presos, la colombiana es la nacionalidad extranjera que más habita en los reclusorios de la CDMX, seguida por la peruana y la hondureña (94, 27 y 20 personas, respectivamente).
Ocupaciones y (presuntos) delitos cometidos
En la Ciudad de México, 69.1 % de la población que estuvo privada de la libertad en 2016 tuvo dependientes económicos al momento de su arresto. Se estima que 96.5 % de la población “trabajó alguna vez”, desempeñando una actividad específica antes de su aprehensión. De ella, 21.2 % señaló haberse dedicado al “comercio informal”en su última ocupación.
El 44.9 % de la población privada de la libertad en 2016 fue juzgada penalmente por algún delito de manera previa al proceso que determinó su reclusión actual; en tanto que el 44 % estuvo recluida previamente en un centro penitenciario.
El 50.2 % declaró la comisión de un delito, mientras que 40.5 % fue recluido tras haber sido acusado de cometer un delito. El 34.9 % de la población fue arrestada inmediatamente después de haber cometido el presunto delito, mientras que 21 % fue arrestada en la calle y sin orden de detención. Del total de la población privada de la libertad, 94.2 % contó con sentencia dictada, en tanto el 33 % con sentencia dictada, obtuvo una condena de uno a cinco años.
En lo que respecta a los motivos de egreso, a nueve se les ha liberado bajo el uso de brazalete de localización, 347 han sido absueltos, 26 por acumular días por hora de trabajo, y finalmente, 2,185 han sido puestos en semilibertad.