EMPRENDEDOR

Por - CNEC
19-11-19 19:19

La trascendencia de los negocios va más allá del éxito

Devin Patrick Hauer. Licenciado en Arte, Economía y Relaciones Internacionales por la Oxford Brookes University, en Inglaterra, donde también cursó la maestría en Administración de Empresas. Cuenta con amplia experiencia en administración de consultoría, desarrollo económico y de campañas políticas. Se ha desempeñado como consultor en la UK Atomic Energy Authority y en firmas como REDD Latin America y Deloitte. Actualmente funge como director de Ibero Consultores Estratégicos en la Universidad Iberoamericana.

 

Los negocios se han modificado a lo largo de los años y de ello también ha dependido su permanencia y trascendencia. En algún momento de la vida, hemos escuchado la frase “lo difícil no es empezar, sino mantenerse”, y en los negocios no es una excepción.

 

El sector empresarial en México se encuentra en crecimiento, desde pequeñas y medianas empresas hasta grandes corporaciones enriquecen el sector empresarial y económico del país. Es entonces donde nos percatamos que sólo algunas de ellas logran trascender a lo largo del tiempo y en el mercado; es cuando nos cuestionamos: “¿qué tan complicado puede ser?”.

Se entiende que toda empresa, negocio y corporación tiene como objetivo trascender, convertirse en una institución ejemplo y generar patrimonio, pero para lograrlo es necesario integrar distintos “procesos de negocios”, los cuales ayudarán a ser eficientes, eficaces y flexibles para adaptarse a los cambios que las distintas esferas, tanto sociales, económicas, políticas y hasta tecnológicas requieran.

 

Buscando la trascendencia

En el sistema tradicional, los procesos de negocios se regían mediante un ciclo, en el cual era necesario iniciar una etapa y esperar hasta el final para iniciar uno nuevo. Claro está que estos procesos duraban mucho tiempo para poder analizarlos y al hacerlo, las pérdidas eran evidentes. Pero a consecuencia de esto, se dio la oportunidad de transformarlos para las nuevas empresas y para aquellos que no tuvieron suerte en un principio.

Como resultado, se estableció que mediante una metodología se parte principalmente de las necesidades de los clientes, se plantean las condicionantes del negocio y se realiza una visualización empresarial. Esto permitirá establecer algunas prácticas para fomentar el desarrollo, siendo el enfoque principal la calidad y el valor, donde por medio de ciclos de retroalimentación se presente un proceso de análisis de los buenos y malos resultados.

Es ahí cuando nos damos cuenta que, para el correcto funcionamiento de una corporación, se desprenden distintas vertientes en la metodología, las cuales se convierten en pieza clave para la trascendencia. Como ejemplo de esto tenemos la estructuración, la producción y la experiencia.

La aplicación de estos parámetros permite el mejor flujo de los negocios, esto quiere decir que sin ellos, no se tiene esperanza de adaptarse a las necesidades de los usuarios y los cambios que le rodean. Es por lo que en la estructuración se plantea el modelo de negocio a seguir, se establecen las redes que permitirán conectar con otros, para crear valor, alinear y valorar el talento interno y de los activos, para dar inicio con los procesos empresariales.

Por consiguiente, la producción es la encargada de distinguir las características y la funcionalidad en el desempeño de los actores de la industria, así como sus complementarios. Esto permite reconocer cómo está funcionando la empresa y cuáles cambios se deben gestionar para tener una mejor retroalimentación, de ahí la importancia de la prueba y error. A comparación de los procesos de negocios tradicionales, aquí se permite cambiar por completo lo que no permita el progreso empresarial.

Por último, tenemos la experiencia, espacio que permite a las empresas reconocer el servicio para mejorar la oferta, los canales mediante los cuales se comunican estas ofertas a clientes, usuarios y hasta a la competencia, y fomentar las interacciones distintas para crear lealtad. Es ahí donde el papel del líder tiene mayor peso e involucra a todos los representantes para lograr el triunfo en conjunto.

 

Pasos firmes para consolidar y hacer triunfar a un negocio

Muy pocos saben liderar a una empresa hacia el éxito, y quienes lo logran deben aprender a mantenerse fieles a su equipo, de esta forma se genera confianza y respeto, lo ideal para el crecimiento en cualquier aspecto.

Como ejemplo de esto, podemos mencionar a las empresas familiares y los cambios de generación donde el sucesor desmorona la empresa. Por otra parte, se puede aprender mucho de aquellas empresas familiares que han logrado sobresalir en el ámbito, ya que mediante un sueño de emprendimiento lograron llegar a grandes puestos.

Se tiene la idea de que los procesos de negocios para dar valor a dichas corporaciones son exclusivos de las grandes organizaciones, pero no es así. La integración de un protocolo familiar, mejor conocido como institucionalización, ha permitido seguir los acuerdos y reglas sobre la convivencia familiar en la empresa, la cual funciona como pieza clave para establecer una buena y sana convivencia.

Por último, es necesario considerar que todo negocio debe mantener una comunicación estructurada, dinámica y transparente, lo cual traerá grandes beneficios, como aumentar el compromiso de todo el equipo, el cual se sentirá involucrado en las acciones de la empresa.

Estas iniciativas harán que las organizaciones tomen en cuenta lo necesario para trascender en el tiempo y en el mercado. Es el sueño de muchos iniciar algún proyecto y es importante destacar que no es imposible generar un patrimonio. Para aquellos que lo han logrado, es fundamental que no se pierda la importancia de los valores que los hicieron ser lo que son; es ahí cuando se reconoce que la trascendencia de los negocios va más allá del éxito.


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