Por Ma. Elena Salazar*
“Aprender es recordar”
Platón
La mayor parte de la humanidad estamos viviendo un proceso de duelo. Diferentes aspectos de nuestra vida: sociales, económicos, laborales, relacionales, personales e incluso mentales están transformándose. Infantes, jóvenes, adultos y mayores estamos experimentado y comprendiendo cómo debemos desaprender, reaprender y continuar en este trayecto. Como en todo duelo, debemos transitar por sus diferentes fases (negación, ira, negociación, depresión y aceptación) para encontrar el camino que nos dará continuidad como sociedad.
Somos una generación más de transición en la historia de la humanidad; con la particularidad de que requerimos una alta velocidad para asimilar estos cambios, que en su mayoría vienen acompañados de complejidad. Derivado de los acontecimientos globales de índole sanitaria, las condiciones particulares de cada región y los pronósticos establecidos hace un par de años por científicos sociales del Foro Económico Mundial, las próximas dos décadas traerán una cadena de cambios en donde convergerán sistemas digitales, físicos y biológicos. La disrupción es un sustantivo que nos acompañará por mucho tiempo, desencadenando pérdidas y duelos continuos en diferentes facetas de nuestra vida.
Dentro de esta disrupción, hay elementos tecnológicos, como la virtualidad o la inteligencia artificial, que comienzan a constituir el nuevo ecosistema en que desarrollaremos gran parte de nuestras actividades de vida y que han sido acelerados por la pandemia actual. Comenzamos a girar en torno a esta “atmósfera” que nos invita a aprender una nueva forma de interactuar y aprender, desatando una serie de preguntas: ¿Cómo cambiarán los modelos de aprendizaje? ¿Cómo seguiremos desarrollando nuestro talento ante la contundencia de la tecnología para realizar las labores para las cuales nos hemos preparado?; ¿Cómo nos distinguiremos de las máquinas al final de estos próximos 30 años?; ¿Cómo podremos vivir en el trans-humanismo sin perder la esencia humana?; ¿Cómo mantendremos la preeminencia del ser humano sobre las máquinas?. Hay demasiadas preguntas que necesitan ser respondidas.
“La inteligencia contextual es la habilidad para entender los límites de nuestro conocimiento y para adaptar ese conocimiento a un ambiente diferente
del que se desarrolló”:
Dr. Tarun Khanna, Harvard.
Transitando la cadena de duelos
De acuerdo con importantes investigadores sociales a nivel mundial, la inteligencia contextual es una de las 5 inteligencias que nos ayudarán a transitar hacia el futuro; este tipo de inteligencia nos apoyará fortaleciendo nuestra mente con el fin de aprovechar el potencial de la disrupción para:
Comprender mejor nuestra realidad
Conocer nuevas formas de aprender
Ver en forma integral
Enfrentarnos al “aquí y al ahora”
Conocer nuestros límites como seres humanos
Desarrollar la pericia para tomar decisiones en una incertidumbre continua
Pensar con foco en redes de colaboración
Adaptarnos a la transición 2020-2050 que nos tocó vivir
Ser los protagonistas del cambio y utilizar en ese sentido los avances tecnológicos
La inteligencia contextual, dicen los expertos, debe ir acompañada de la inteligencia emocional (cómo procesamos pensamientos, sentimientos y relaciones); inspirada (confianza y virtudes en búsqueda del bien común) y física (salud y bienestar para contar con la energía necesaria para transitar el cambio).
Hay habilidades que ninguna tecnología puede desarrollar. Esas son nuestras fortalezas. Es en esta era, el antropoceno, cuando mayor avance tecnológico tendremos y cuando más se requerirá desarrollar la inteligencia contextual para entender y aplicar nuestros conocimientos. Un importante trabajo para nuestra mente y un reto sin precedente.
El aplicar la inteligencia contextual para comprender desde una óptica de conocimiento diferenciada, nos permitirá recordar lo que hemos aprendido como humanidad a través de los siglos.
¿Temer o entender?
Nos encontramos en una transición compleja. La inteligencia contextual puede ayudar a fortalecernos en los múltiples duelos que como humanidad viviremos. Caminemos con conciencia hacia el 2050. La respuesta a las preguntas que tenemos se irá dando en el camino. Las opciones a elegir son: temer o entender; cada uno decidiremos cuál seguir.
Reiteremos el llamado a quienes liderarán este proceso: Mentores, consultores, profesores, consejeros, guías; a comprender la importancia de su rol y de la multiplicación de esta inteligencia para conformar una visión integral y redes efectivas de conocimiento y colaboración.
“ … El camino por recorrer es incierto y probablemente será gravoso.
Requerirá perfeccionar nuestras habilidades críticas y analíticas,
y desarrollar una mayor capacidad para anticipar, adaptarnos y ser
resistentes frente a los choques sistémicos.
No se equivoque, ya no podemos darnos el lujo de la complacencia.”
Foro Económico Mundial – 2019
(how-to-survive-our-age-of-uncertainty)
*Consultora especializada en Transformación y Alineación Estratégica de Procesos. Ha participado en proyectos de alta complejidad en diversas industrias del sector privado en México, Norte, Centro y Sudamérica, Asimismo, se ha desempeñado como consultora en la Administración Pública Mexicana. Ha escrito para publicaciones en México y EU relacionadas con transformación, liderazgo y responsabilidad social. Tiene también experiencia como profesora universitaria.