COLUMNA INVITADA: LA VACUNA DE SHANGHÁI

Por - CNEC
15-09-20 11:16

Felicitaciones a China por su apuesta por infraestructura, la cual le va a ayudar, como en la pasada recesión, a generar empleo masivo en el corto plazo y a mejorar su calidad de vida.

POR: MARCOS GONZÁLEZ FUENTES
UNIVERSITY COLLEGE LONDON

Publicado en: El Heraldo de México, 15 de septiembre de 2020

Gráficos: El Heraldo de México

 

¿Cómo se podría reactivar la economía de un país después de una recesión mundial? Para formular una respuesta, viajemos a China para entender el fenómeno al cual denomino como la vacuna de Shanghái.

El nombre hace alusión a que ese lugar es el corazón y motor financiero del gigante asiático.


En respuesta a la pasada crisis mundial financiera, el gobierno de China decidió inyectar un paquete financiero de alrededor de 575 mil millones de dólares para el desarrollo de nuevos mega proyectos de infraestructura. Fue tal la inversión en esa época para la construcción de nuevos trenes, aeropuertos, Metros, puertos marítimos, entre otros, que se reportó que en 2011, 2012 y 2013 el país asiático gastó más de 6.4 giga toneladas de cemento.


Para entender esta exorbitante cifra, la Universidad de Michigan reportó que Estados Unidos gastó una cantidad similar de cemento que China, pero entre el periodo de 1901 a 2000.


Por poner un ejemplo de los beneficios de dicha apuesta, el país asiático, para 2018, contaba ya con 26 mil 869 km de líneas de tren de alta velocidad en funcionamiento: juntando al resto del mundo, ¡se tenían únicamente 22 mil 276 kms! Es decir, China no sólo reactivó su economía a través de nueva infraestructura, sino también generó competitividad y desarrollo.


Debido a la reciente crisis económica, una vez más el gobierno asiático aplicará la misma vacuna de Shanghái, con un nuevo paquete de infraestructura de alrededor de 1.4 billones de dólares, disponibles desde el presente año hasta 2025.


Para poner esta cifra en contexto, se estima que el Tren Maya en México costará alrededor de ocho mil millones de dólares. Es decir, con el nuevo paquete de infraestructura del gobierno asiático, se podrían (metafóricamente) construir 175 nuevos Trenes Maya, que conllevaría una masiva creación de plazas laborales.

Por ejemplo, gracias a los 4 mega proyectos emblema en México, como lo son el Tren Maya, Dos Bocas, Santa Lucía y el Corredor Interoceánico, se espera que generen alrededor 150 mil empleos este año. ¿Se imaginan si se aplicara efectivamente la vacuna de Shanghái en México?


El Fondo Monetario Internacional proyecta que la economía de China empezará a crecer, gracias a su fuerte inversión en infraestructura, en 8.2 por ciento para 2021, mientras que México crecerá tan sólo 3.3 por ciento.


Países en desarrollo podríamos aplicar la vacuna de Shanghái a través de esquemas de Asociación Público-Privada (APP). Estos esquemas pueden dotar de recursos financieros necesarios para la elaboración de nuevos (mega) proyectos. Sin embargo, para que estos esquemas fluyan efectivamente, se requiere generar estímulos atractivos. Por ejemplo, el gobierno chino, para su nuevo paquete de infraestructura, ha fomentado la participación del sector privado a través de la emisión de bonos especiales y la extensión del apoyo crediticio.


Cabe mencionar que los esquemas APP no son la panacea para el financiamiento y desarrollo de proyectos de infraestructura. Con base en la aplicación de estos esquemas en México desde 2012, se han identificado algunos importantes criterios de mejora, como lo son:


(a) Un apropiado marco regulatorio y gubernamental.

(b) Una adecuada selección del concesionario-inversionista.

(c) Una apropiada asignación y evaluación de riesgos financieros, sociales, culturales y ambientales.

(d) Una apropiada asignación y manejo de recursos.

(e) Una realista evaluación de beneficios sociales y privados.

Es decir, con base en la implementación de nuevas reglas para las APP, más flexibles y vigilantes, se podría aplicar –en cierta medida– la vacuna de Shanghái en México.


Felicitaciones al gigante asiático por su agresiva apuesta por la infraestructura, la cual le ayudará, como en la pasada recesión, no sólo a reactivar su economía y a generar empleo masivo en el corto plazo, sino también a mejorar substancialmente su calidad de vida y competitividad como país en el largo plazo.


El gobierno asiático le enseña al mundo, por segunda vez, cómo enfrentar una recesión económica. Buena suerte a todos los gobiernos en sus estrategias de reactivación económica.



*El contenido de la publicación es responsabilidad únicamente de sus autores y editores y no refleja el punto de vista de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC).

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